Cuándo considerar el tratamiento farmacológico

El primer punto del que partiremos siempre es que, cada caso, cada niña o niño, es único y tendrá que ser estudiado en detalle

En primer lugar será prioritario establecer un diagnóstico clínico. Se deben identificar los síntomas y comportamientos que representan un problema para el niño, la niña o adolescente o para los padres y madres y por tanto sobre los que será necesario actuar.

Una vez realizado el diagnóstico, es importante tener en cuenta una serie de aspectos que pueden actuar como indicadores de severidad y apoyar por tanto la necesidad de una intervención farmacológica.

  • ¿Cuán grave es el problema?
  • ¿Cuánto tiempo ha durado?
  • ¿Iterfiere en la actividad y vida del niño, la niña y la familia?

Tal y como hemos hecho referencia en el apartado anterior, se pueden recetar los medicamentos psicotrópicos cuando los beneficios del tratamiento superan los riesgos. Algunos niños/as necesitan medicamentos para controlar problemas graves y difíciles.

Sin tratamiento, estos niños/as sufrirían consecuencias graves o peligrosas. Debemos tener claro además, que para el trastorno psiquiátrico que nos ocupa, existe una evidencia científica que recomiende y avale un tratamiento farmacológico que permita alcanzar la máxima eficacia y los menores efectos secundarios (o incluso nulos) con la mínima dosis.

La medicación a emplear, deberá estar suficientemente investigada (ensayos controlados/doble ciego) y experimentada.

La mayoría de medicaciones únicamente están aprobadas en niños o niñas de más de 6 años de edad por lo que este aspecto deberá tenerse en cuenta cuando se considere el tratamiento farmacológico.

Si bien la medicación no debe ser la intervención inicial, tampoco tiene porque ser considerado siempre como el último recurso terapéutico, una vez agotados los demás. De hecho, es posible que los tratamientos psicoterapéuticos  no siempre resulten efectivos por sí mismos. En algunos casos, su efectividad  incluso se ve aumentada de forma considerable cuando se combinan con medicación.

Es muy importante tener en cuenta que al igual que sucede con la salud física, el pronóstico mejora cuando los problemas de salud mental se tratan en los primeros años de la vida del niño/a. Cuando más temprano se inicia un tratamiento mejores suelen ser sus resultados.

Trastornos Psiquiátricos en los que se ha demostrado la utilidad del Tratamiento Farmacológico:

  • Trastornos Afectivos (Trastornos Depresivos, Trastorno Bipolar)
  • Trastornos de Ansiedad (T. Ansiedad de separación, mutismo selectivo, T. Angustia, Fobia social, T. Ansiedad generalizada, T. Adaptativo con ansiedad
  • Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)
  • Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
  • Trastornos de Conducta con/sin Retraso Mental
  • Trastornos Generalizados del Desarrollo/ Trastornos del Espectro Autista, Síndrome de Asperger. En este caso hay que señalar la falta de una farmacoterapia específica para el trastorno básico. El tratamiento farmacológico se centrará en resolver la agresividad, las autolesiones y los comportamientos repetitivos:
  • Trastorno de Tics /Trastorno de la Tourette
  • Trastornos Psicóticos y Esquizofrenia Infantil
  • Trastorno de Sueño
  • Enuresis y/o problemas de incontinencia urinaria

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